“Yerra, por miopía, quien cree que la única presión que se ejerce sobre un juez o un funcionario judicial es un llamado telefónico de un funcionario público”, dijo Recondo.Y agregó que los jueces y funcionarios “no son marionetas de nadie, y sólo reconocen como amos a la Constitución Nacional y al sistema Republicano de gobierno”.
Sin nombrar a nadie en particular, el Presidente de la AMFJN sostuvo durante su discurso que “creer que los únicos poderes actuantes en el seno de una sociedad son los del Estado, constitucionalmente reglados, es de una inocencia rayana con la estupidez”. Recondo sí especificó su crítica a los medios de comunicación: “Hay linchamientos mediáticos que buscan manipular a ese ente inasible comúnmente llamado “opinión pública”, a fin de condicionar la actuación de los jueces o con el simple propósito de incrementar las ventas o el rating”.
A Recondo lo escuchaban las más altas autoridades judiciales del país. Estaban presentes el presidente y la vice de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, respectivamente, la Defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, el presidente de la Federación Argentina de la Magistratura, Abel Fleming, la presidenta de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, María Cristina Camiña, entre otros jueces y funcionarios judiciales.
“El juez se ve sometido –de continuo- a todo tipo de presiones”, dijo Recondo y explicó que el objetivo de ellas “es interferir en la independencia del juez, con el propósito de condicionar su decisión.
“Hay interferencias que se llevan adelante solapadamente, y presiones actuadas públicamente, no sólo como demostración de poder sino como aviso anticipatorio a quien en el futuro pudiera llegar a estar en la misma situación”, agregó el juez de la Cámara Civil y Comercial Federal.
En ese marco explicó que una de las funciones de la Justicia es evitar “los desbordes de los otros dos, Ejecutivo y Legislativo”.
Las presiones y de la independencia del Poder Judicial fue el eje del discurso de Recondo. “Nadie dotado de una alícuota de poder –por mínima que sea- ve con agrado que se controle la forma en que la ejerce, y se le fijen los límites que no puede transponer”, dijo.
Pero aclaró que la AMFJN “no dejará de denunciar, en cada ocasión y ámbito que corresponda cualquier intento de indebida injerencia que se advierta tendiente a condicionar la independencia del Poder Judicial de la Nación”.