“Yo no quiero terminar este mensaje a esta Asamblea Legislativa sin pedir una vez más, por un tema que es central y que también ha sido uno de los pilares de este Gobierno en materia de política de Derechos Humanos y que tiene que ver precisamente con lograr por parte de la Justicia eso, que se haga justicia y que finalmente los juicios que se vienen desarrollando contra quienes violaron los derechos humanos durante la dictadura, precisamente sean juzgados”, dijo Kirchner en el final de su discurso.
La Presidente sostuvo que “ha habido avances, ha habido condenas emblemáticas” en materia de derechos humanos, y en eso reconoció al Poder Judicial pero sobre todo la tarea de los restantes poderes del Estado.
“Es hora entonces que la Justicia de respuestas porque es la hora de ella. Ya pasó la hora del Poder Ejecutivo y la hora del Poder Legislativo, es la hora de la Justicia y se viene demorando desde hace demasiado tiempo, sostuvo Kirchner.
La mandataria dijo que el Gobierno Nacional “ha dado recursos a la Justicia” y que el Congreso sancionó cinco leyes el año pasado para acelerar los juicios por los derechos humanos – como la creación de la nueva Cámara de Casación para las cuestiones penales ordinarias – y que aprobó la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que durante la presidente de Raúl Alfonsín beneficiaron a los ex represores. “Los dos poderes del Estado hemos hecho mucho por lograr esto”, dijo Kirchner.
Sin embargo en diciembre pasado, cuando se armó el revuelo por la posibilidad de liberación de "El tigre" Acosta y otros represores por parte de la Cámara de Casación, Fayt había dicho: "Hay 800 juicios parados y eso no es culpa nuestra. Es culpa del Congreso. Ese es el verdadero problema. Vayan y ocúpense de eso” a lo que el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, Luis Cigogna respondió “es obvio que es culpa de ellos, es culpa de jueces que no son lo suficientemente diligentes y no aplican las normas que podrían aplicar” y agregó “hay jueces que pudiendo hacer una interpretación normativa que agilice los tramites y que permitan la consecución de las causas, actúan morosamente y no llegan a las sentencias en un plazo razonable”.
Los reclamos a la Justicia – durante el discurso que inaguró las sesiones 127 del Parlamento – fueron escuchados por varios integrantes del Poder Judicial que estuvieron presentes en el Congreso como el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, el juez del Máximo Tribunal, Juan Carlos Maqueda y el procurador General de la Nación, Esteban Righi, también estuvo Julio Piumatto, titular del gremio de Judiciales y por supuesto representantes de organismos de Derechos Humanos como la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Los pedidos para acelerar los juicios contra represores fue el único momento en que la presidenta se refirió a la Justicia. Tampoco hubo anuncios sobre proyectos legislativos ni reformas que involucren al Poder Judicial.