Ghailani ingresó a Guantánamo en 2006. El ciudadano tanzano, de 34 años, habría admitido, en una audiencia a puertas cerradas en marzo de 2007, la entrega de los explosivos que se utilizaron para volar la sede diplomática estadounidenses en Dar es Salaam, la capital de Tanzania, en 1998.
Más precisamente, habría comprado el camión Nissan y los tanques de oxígeno y de acetileno que fueron utilizados en el atentado contra la embajada. Sin embargo, en la reunión de 2007 habría dicho que no sabía del ataque con antelación y habría pedido perdón al gobierno de Estados Unidos y a los familiares de las víctimas.
En un comunicado emitido hoy, el Departamento de Justicia de Estados Unidos indicó que Ghailani enfrenta 286 cargos, entre ellos el de conspirar junto a Osama bin Laden y otros miembros de la red Al Qaeda para utilizar armas de destrucción masiva contra estadounidenses.
Además el hombre, que fue detenido en Pakistán en 2004, está acusado de homicidio y conspiración para cometer homicidio. Por todos esos cargos podría ser condenado a muerte.
La prisión Guantánamo fue habilitada por la administración de George Bush para asilar a los “combatientes enemigos” en la “guerra contra el terrorismo” que libró tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York.
El pasado 21 de mayo, Obama reafirmó su promesa de campaña de clausular la cárcel –donde se infligieron torturas a los prisioneros- antes de enero de 2010. “No vamos a liberar en Estados Unidos a nadie que pueda poner en peligro a los norteamericanos”, dijo el primer mandatario y defendió la idea de recurrir a cárceles de alta seguridad.
El departamento de Justicia recordó hoy, que más de 30 personas fueron procesadas y condenadas en Estados Unidos desde el 1º de enero de este año por casos de terrorismo, y que actualmente las cárceles estadounidenses albergan a 216 prisioneros s vinculados con el terrorismo internacional.
En Guantánamo permanecen 240 presos. Como el Congreso estadounidense es hostil a aceptar el traslado de los detenidos a suelo norteamericano, la administración estadounidense solicitó a países de Occidente que receptaran a unos 50 detenidos considerados “liberables”.
La semana pasada, los ministros del interior de la UE acordaron que las naciones que estén dispuestas a recibir prisioneros de la base militar lo podrán hacer de manera “voluntaria” aunque deberán “compartir la información relevante” con el resto de los países del bloque.
El primer país europeo en recibir a un prisionero de Guantánamo fue Francia, que acogió al ciudadano argelino Lakhdar Boumediene. Desde enero, sólo dos prisioneros abandonaron la base militar ubicada al este de Cuba.