La aprobación de los proyectos de ley en torno a las reformas de la Justicia generó una gran repercusión y muchas críticas. Julio Piumato, titular de la UEJN, opinó a Diario Judicial al respecto, y consideró que "el Gobierno quiere avasallar a la Justicia como si se tratara de un régimen totalitario".
Esta semana, las cámaras de Diputados y senadores aprobaron los proyectos de ley que elaboró el Poder Ejecutivo en torno a reformas para la Justicia. La discusión en torno a estas iniciativas generó fuertes polémicas y resistencia de muchos sectores del mundo del derecho. Entre ellos están los integrantes de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación (UEJN), quienes tomaron las primeras medidas de fuerza al respecto.
Muchas organizaciones se manifestaron a través de comunicados que fueron canalizados por los medios. La Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA), junto al Colegio Público de Abogados de Capital Federal (CPACF) e integrantes de distintas instituciones a nivel nacional se posicionaron en contra de los cambios propuestos.
Pero la única marcha a esta parte fue protagonizada por el gremio que nuclea a los empleados de la Justicia Nacional. Los días miércoles y jueves, junto al titular de la Confederación General del Trabajo (CGT) Azopardo, Hugo Moyano, se realizó un paro en los tribunales en el que se plantearon las divergencias con las iniciativas del Gobierno.
El titular de la UEJN, Julio Piumato, afirmó a Diario Judicial que las propuestas constituyen un “avance sobre el Poder Judicial, no para mejorar la Justicia como se dice, sino para avasallar al Poder Judicial, para controlarlo y garantizar la impunidad de los corruptos”.
El dirigente sindical agregó que “la primera gran mentira es cuando dicen que esto va a beneficiar al pueblo, que esto va a hacer los juicios más rápidos, es decir, hay una insatisfacción del conjunto del pueblo argentino con su Poder Judicial, nosotros lo manifestamos y venimos pidiendo reformas hace rato pero precisamente, ¿por qué? Porque la gente ve que la Justicia tiene dos caras, los jueces miran con una a los ciudadanos y con otra muy cómplice al poderoso, sea este parte de poder político o de los grupos económicos”.
“Entonces, mejorar la Justicia es que todos seamos iguales en serio ante la ley: los jueces tienen que priorizar al débil, porque si está en igualdad una persona que anda en monopatín y otra que anda en un Mercedes Benz, es evidente que la carrera la va a ganar el del auto. Entonces, el juez debe igualar la condición para que esa igualdad que plantea la ley se ejerza. Hay que proteger más al más desposeído. Esto es lo que consideramos nosotros”, agregó Piumato.
Además, el secretario general de la UEJN consideró que la extensión de plazos judiciales a través de las cámaras de Casación solo beneficiará a corporaciones económicas en relación a, por ejemplo, los juicios laborales. Y beneficiará también al Estado que no tendrá que “hacerse cargo” de la sentencia de la Corte en su precedente “Badaro”.
“Esto demuestra el verdadero sentido que tiene la reforma, que no es hacer una Justicia que defienda los derechos del pueblo, o por lo menos de su mayoría, sino que defiende una concepción del Estado peligrosa, porque hoy es a favor de este gobierno, mañana a favor del que sea, pero nunca a favor de la gente”, consignó Piumato.
En su crítica, el titular del gremio de los Judiciales manifestó que gracias a la reforma “se va a hacer lo que la mayoría circunstancial quiera, aún perjudicando, como en la época de Menem (por Carlos, el ex presidente), a los mismos que los votaron, porque los que están confundidos se creen el spot y obviamente no conocen la realidad y por eso es que esta reforma se hace tan rápido”.