Con el tema ocupando un gran espacio a nivel mediático, el registro de femicidios pasó a ser un debate que ya se lleva a cabo a nivel parlamentario en distintos puntos del país. En Buenos Aires, la iniciativa de la diputada Rocío Giaccone (FpV) prevé que estos índices sean llevados a cabo por la Suprema Corte provincial.
Al mismo tiempo, la propuesta establece que se lleve un registro desagregado en donde estén contemplados los casos de violencia de género, con datos no solo cuantitativos sino cualitativos de estas situaciones, para que el análisis no sea estrictamente en términos numéricos.
El relevamiento contará, entre otros datos, con información sobre el lugar donde ocurrió el hecho, la denuncia, datos personales de la víctima y agresor, presencia e involucramiento o no de niños y niñas y más información que, de cualquier forma, serán datos privados por ser personales. No así los estadísticos.
La legisladora afirmó en los fundamentos que “la violencia hacia las mujeres, configura una problemática de tipo socio-política, universal. Los patrones culturales que ubican a la mujer en un lugar de detrimento hacia los varones, sostienen prácticas de violencias que van desde distintas prácticas cotidianas hasta casos de violencia extrema como son los feminicidios”.
“El término “femicidio” fue desarrollado por la académica Diana Russell, para denominar así a los asesinatos de mujeres cometidos por razones de género o por el hecho de ser mujeres. Russel incluye en este término las muertes de mujeres por aborto clandestino, los suicidios de mujeres en contextos de violencia de género, las muertes de mujeres como consecuencia de intervenciones quirúrgicas innecesarias basadas en consideraciones de estéticas asignadas al género”, observó la diputada.
La integrante de la Cámara Baja señaló que “la introducción del término feminicidio, corresponde a la académica mexicana Marcela Lagarde, quien trae este concepto para aludir a las formas de violencia extrema que pueden conllevar a las muertes de las mujeres”.
“La violencia hacia las mujeres llevada al máximo de su expresión se cristaliza con la figura del feminicidio, el mismo constituye lo culmine de la violencia, la violencia máxima, terminal, total, que toma el control sobre la vida y ese control total se ejerce terminando con la misma. Esta violencia es de tipo sexista y está motivada por desprecio, odio, placer o sentimiento de propiedad sobre las mujeres. Este tipo de homicidios donde la víctima es mujer ha sido denominado con los términos femicidio y feminicidio”, indicó Giaccone.
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