La Procuración Penitenciaria presentó los primeros datos del diagnóstico sobre las condiciones de vida de los jóvenes privados de libertad en centros de régimen cerrado de la Ciudad. Según el relevamiento, actualmente hay 103 adolescentes alojados, en su mayoría de 16 y 17 años de edad.
A principios de año, la Corte Suprema hizo lugar a un recurso extraordinario presentado por la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) y revocó una resolución de la Cámara Federal de Casación Penal que había rechazado la acción de hábeas corpus colectivo interpuesto por el organismo en beneficio de los niños, niñas y adolescentes privadas de libertad en establecimientos dependientes de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNAF).
De este modo, el Máximo Tribunal ratificó la competencia del organismo para inspeccionar los establecimientos de detención y, en consecuencia, la Procuración se abocó a realizar un “exhaustivo diagnóstico para conocer las condiciones de vida” en los institutos de régimen cerrado ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En este marco, se realizó el primer "Censo de Niños, Niñas y Adolescentes Privados de Libertad en Centros de Régimen Cerrado de la Ciudad de Buenos Aires" a través del cual se relevó a todos los niños y niñas que se encontraban alojados en los institutos. También se inspeccionaron las condiciones materiales de los institutos, y se auditaron las distintas áreas.
La cantidad de alojados en los centros, al 13 de diciembre de 2016, asciende a 103 adolescentes, de los cuales el 94 por ciento de los menores son varones y sólo el 5 por ciento mujeres. La mayoría de los jóvenes tienen entre 16 y 17 años de edad.
En cuanto a la fuerza de seguridad que realizó la detención, el relevamiento estimó que un 66% fueron efectuadas por la Policía Federal, y un 11% por la Policía Metropolitana.
Según los datos aportados por la Procuración Penitenciaria, el 74% de los jóvenes se entrevistó con su defensor penal, mientras que 48% no se entrevistó con el defensor de menores.
Asimismo, el 84% de los niños y niñas alojados en los institutos de menores afirmó que "nunca fue agredido verbalmente", y un 41% dijo que "nunca fue agredido físicamente".