La magistrada explicó que existe “mucha información” que se ha secuestrado" en relación a los “depositantes VIP” que violaron el “corralito”. Remarcó que, tal como lo adelantó ayer Diariojudicial.com, el mecanismo de la fuga consistía en realizar “plazos después del corralito, que más tarde se han girado al exterior”, concretamente al Uruguay, a través de la Compañía General de Negocios (CGN), una empresa cautiva del Banco de los hermanos Rohm. Uno de ellos, Carlos, sigue detenido a la espera que Servini defina su situación procesal. Mientras el apoderado de la CGN, Rufino Basavilbaso de Alvear, fue excarcelado aunque sigue imputado.
“Hay depositantes a los que les permitieron sacar el dinero al exterior. Por eso hay un montón de gente citada” para explicar como burlaron las disposiciones de retención de depósitos, indicó Servini.
Entre los casi 150 citados se cuentan varios apellidos vinculados a las finanzas y al mundo empresarial, como Blaquier, Anchorena, Bensandon y Estenssoro. También fueron convocados la animadora de televisión Cecilia Zuberbuhler y el ex viceministro de Defensa Jorge Pereyra de Olazábal.
En el juzgado se confirmó que en todos los casos se trata de plazos fijos “mayores a los 50.000 dólares” y se estima que en total estas operaciones superan los 57 millones de la moneda estadounidense.
En tanto la juez libró una nueva orden de detención contra José Rohm, que se encontraría en los Estados Unidos, por los delitos de “subversión económica, asociación ilícita y contrabando de divisas”, los mismos por los que mantiene detenido a Carlos Rohm en dependencias de la Dirección de Investigaciones de la Prefectura (DIPA), el mismo edificio donde están alojados buena parte de los policías bonaerenses acusados por el atentado contra la AMIA.