“El hecho, lamentable realmente, de que todos los legisladores hayan decidido dejar sin quórum tanto las reuniones de comisión como los plenarios hacen muy clara la evidencia de que quieren tener un control absoluto sobre esas decisiones y ni siquiera quieren tener la presencia de quienes estamos ahora en la composición del Consejo”, critica la consejera y señala que las ausencias impiden “avanzar en acusaciones como la del juez Bonadío u otros temas importantes como el régimen de ingreso del personal”.
En efecto, de los últimos cuatro plenarios tres no tuvieron el número suficiente de consejeros para sesionar. Entre los ausentes están los cuatro legisladores del Frente para la Victoria (Diana Conti, Carlos Kunkel, Nicolás Fernández y Miguel Angel Pichetto) y los dos radicales (Federico Storani y Norberto Massoni) además del senador Ricardo Gomez Diez.
Este viernes asumen los nuevos consejeros y el cuerpo estrena una reformada composición: pasará a tener 13 integrantes sobre los 20 actuales. Allí los representantes de la política tendrán 7 miembros, cinco de los cuales serán del oficialismo.
Luego de cuatro años como consejera, Rodríguez evalúa como positivo que “el Consejo comenzó a tener alguna visibilidad pública y comenzó a estar instalado en la agenda pública como un organismo que tiene algún nivel de trascendencia importante”. Pero también considera que restan cosas por hacer. “El sistema de selección de magistrados tendría que ser mejorado. La propia administración de todo lo que es la selección de recursos humanos, en esto no se ha avanzado en nada y es necesario tener un sistema abierto de ingreso de personal”.
¿Qué efectos inmediatos va a tener la reducción a 13 miembros?
De alguna manera se está viendo el tipo de control que quieren ejercer sobre el Consejo. El hecho, lamentable realmente, de que todos los legisladores hayan decidido dejar sin quórum tanto las reuniones de comisión como los plenarios, cosa que estamos viendo en las últimas semanas, de manera de no permitirnos avanzar en acusaciones como la del juez Bonadío u otros temas importantes como el régimen de ingreso del personal, hacen muy clara la evidencia de que quieren tener un control absoluto sobre esas decisiones y ni siquiera quieren tener la presencia de quienes estamos ahora en la composición del Consejo. Acá vimos que a los cinco miembros del oficialismo también se han plegado los miembros de la primera minoría, que tampoco están dando quórum. Eso resulta mucho más grave aún porque también hace deslucir la presencia de la oposición dentro del próximo Consejo.
¿Con la nueva composición que futuro le ve a la acusación contra Bonadío?
No lo se. Pero hasta el momento no han querido tratar un dictamen acusatorio que ya ha sido firmado en la Comisión de Acusación pero sin la presencia del oficialismo y que tendría que haber sido tratado por el plenario. Y yo hice dos dictámenes acusatorios en otras dos causas (NdA: una es por la detención de Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdía en la contraofensiva montonera en la década del 80 y la otra es el pedido de llamados entrantes y salientes del teléfono del periodista del Financial Times, Thomas Catán) que tendrían que haber sido tratados en la reunión de Comisión de este martes y que por lo tanto tenía la posibilidad de ser tratado en el plenario y que la actual composición del Consejo definiera ya sobre tres causas lo que te da además una mirada global sobre el desempeño del magistrado y por lo tanto definiera allí si va a un proceso de remoción. Me parece que por el momento evidentemente no tienen ninguna voluntad de tratarlo.
Usted integró el Consejo con dos representaciones distintas del Justicialismo, ¿vio diferencias en su forma de actuar más allá de que vinieran de distintas corrientes del peronismo?
A los fines de desestimar los pedidos de juicio político han tenido una actitud muy parecida y a los fines de proteger a una serie de jueces y garantizar la impunidad también.
¿Cree que la Corte Suprema de Justicia va a declarar inconstitucional la reforma al Consejo?
Me parece que ha habido algunos pronunciamientos de magistrados que no parecen adelantar esto y en ese sentido además el dictamen del Procurador no parece aventurar una resolución favorable.
¿Qué es lo positivo de estos cuatro años del Consejo y qué quedo por hacer?
Lo positivo es que al menos el Consejo comenzó a tener alguna visibilidad pública y comenzó a estar instalado en la agenda pública como un organismo que tiene algún nivel de trascendencia importante. Me parece que aun así queda que la gente vea cual es el efecto que tiene para su vida cotidiana, es decir, que los desalojos, que los alimentos de los chicos, que si alguien va preso o no, tiene una relación directa con lo que hacemos cuando elegimos o destituimos un juez o cuando decidimos cómo se administra Justicia. En relación al anterior período sí se va avanzado en los procesos de remoción de los jueces. Hemos acusado a un número más importante de jueces y muchos de ellos han sido removidos y otros tantos renunciaron ante el pedido de juicio político. Pero así como hubo avances en algunas investigaciones se pararon otras en las que tendría que haber habido acusaciones de casos vergonzosos. El sistema de selección de magistrados tendría que ser mejorado. La propia administración de todo lo que es la selección de recursos humanos, en esto no se ha avanzado en nada y es necesario tener un sistema abierto de ingreso de personal.