Esos son los lineamientos del “Plan de Fortalecimiento Institucional” sobre gestión e informática que elaboraron comisiones integradas por jueces y expertos en tecnología. El plan puede leerse completo en la pagina web del Poder Judicial donde además se habilitó un espacio para dejar opiniones.
En temas de gestión judicial el plan propone para los juzgados civiles de primera instancia y para los de instrucción una política de “agilidad, celeridad y transparencia”. Eso se traduce en una suerte de protocolo de trabajo para todo el proceso de la causa desde que ingresa al tribunal hasta que concluye en esa instancia.
Así se da una guía sobre las tareas y funciones que deben realizar desde los empleados hasta el juez. En cada fuero se pusieron pautas del trabajo según la dinámica y especificidades de cada uno. Por ejemplo, en el penal se establece cómo deber ser el “Manejo Administrativo de las Causas con Personas Detenidas”.
También se idearon encuestas de opinión para que respondan los abogados y los propios integrantes de los juzgados. A los primeros se los consultaran sobre la cortesía en la atención recibida, el estado de las instalaciones, la rapidez en el despacho, etc. Mientras que los judiciales responderán sobre las tareas que realizan, el clima laboral, los materiales de trabajo.
Por otra parte, cada juzgado tendrá una planilla para volcar la información de los procedimientos de cómo se trabajó en cada expediente. Además, habrá auditorías de al menos una vez al año.
El plan también aborda la Justicia del Trabajo. Allí la Comisión de Gestión elaboró una “Guía de conceptos procesales básicos” que establece pautas sobre el Control de los recaudos formales exigibles para la presentación de todo escrito judicial; Recaudos generales para la admisibilidad formal de la demanda; Homologación de acuerdos conciliatorios, etc. Además, se pueden encontrar modelos de presentación de escritos.
En materia informática el objetivo es “Justicia rápida y efectiva para todos”. Para eso cada fuero tendrá una base de datos única con la totalidad de la información de cada causa y se podrán acceder a los expedientes a través de internet. También se prevé que haya una computadora o microcomputadora para cada empleado y PC portátiles para los Tribunales Orales del interior del país. Pero todavía esto está en etapa de “aspiración u objetivo planteado”.
La firma digital tiene un espacio importante dentro del plan. Se prevé que todos los integrantes de la Justicia nacional y provincial, sus auxiliares y los abogados tengan su certificado de firma electrónica que tendrá validez en todas las jurisdicciones y actos procesales. “Equiparar la firma digital a la ológrafa redundará en agilidad de actos procesales y logrará una celeridad inédita en el trámite administrativo de la mayoría de las actividades sectoriales”, propone el plan.
Ahora todo el trabajo está a disposición de quien quiera opinar. Luego el Consejo de la Magistratura hará una licitación para poner en marcha el plan. Los recursos con los que se instrumentarán son propios del Poder Judicial, dijo el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, el pasado 19 de febrero cuando el Máximo Tribunal hizo la presentación del año judicial y explicó los lineamientos ahora plasmados.
En esa oportunidad, Lorenzetti había anunciado que el objetivo es “consolidar un poder judicial fuerte, autónomo, independiente, capaz de defender los derechos y garantías de todos los ciudadanos, pudiendo cumplir un rol fundamental en la construcción de un estado de derecho”.
Entre las opiniones que fue despertando la propuesta hay quienes dicen que genera desconcierto porque pretenden resolver los problemas de eficencia con máquinas nuevas cuando además es necesario capacitar al personal involucrado. En tal sentido, lo acusan de subestimar a la gente porque no prevé el entrenamiento adecuado a quienes tienen que hacer uso de las herramientas a fin de que cumplan con los objetivos planteados. Esa postura tilda al proyecto de tener un enfoque aburridamente técnico: no se distingue el sistema de gestión judicial (expedientes) de los sistemas admnistrativos, no se proponen sistemas informales de comunicación, entre alguna de las críticas.