Esta semana no fue nada sencilla para el integrante de Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Chubut, Alejandro Panizzi. En las primeras audiencias del juicio político que se sigue en su contra por faltar a sus “deberes de funcionario”, sus colegas se manifestaron sin tapujos y revelaron los pormenores de la difícil relación que mantienen desde que el año pasado el magistrado decidiera declarar ante medios locales que sus pares habían cobrado viáticos “de más”.
Entre otras cuestiones, todos remarcaron que Panizzi es un hombre “violento”, y que en más de una oportunidad los amenazó. El titular de la Sala Civil del Máximo Tribunal provincial, José Luis Pasutti, consignó que tuvo más de un encuentro con el juez y que, entonces, fue instado a pelear. También afirmó que el conflicto se agudizó cuando se nombró a María Arrigone como titular de la Oficina de la Mujer.
Arrigone, que fue pareja del magistrado enjuiciado, participó de las audiencias y declaró que corrió el riesgo de perder un embarazo mientras trabajaba en la Sala Penal del STJ como relatora. Esto fue a consecuencia de las peleas que mantuvo con el juez a raíz de su separación. Su testimonio fue clave debido a que los conflictos en el Tribunal se acentuaron cuando fue designada al frente del organismo que hoy dirige.
La mujer destacó que en junio de 2009 “ya estaba con mi actual pareja y me entero que estaba embarazada. Panizzi era presidente del Superior pero en ese momento estaba de viaje y lo suplía Jorge Pfleger”. Contó que era la época en la que se había decretado la emergencia por la Gripe A, y tras una breve licencia, volvió a la Sala Penal.
Arrigone destacó que cuando retornó a su actividad, se reencontró con Panizzi. “Charlamos y estaba muy molesto. Me dijo, ‘la verdad, que estés embarazada me complica mucho las cosas porque ahora voy a tener que contratar a otra y ponerla al tanto; vos así no me servís’. Le dije que había tiempo para que podamos buscar a alguien. Pero me quedé helada”.
Entonces, la titular de la Oficina de la Mujer alertó que “empezó una mala relación laboral con una persecución constante sobre mis tareas”. Cuando escribía los proyectos de las sentencias de la Sala Penal, Panizzi “me los corregía y me los rebotaba; desde ese momento me empezó a criticar las sentencias y se ofuscaba sin dar demasiados motivos, generalmente por cuestiones laborales”.
Las redes sociales también estuvieron presentes en el relato de Arrigone. Afirmó que en el STJ hay un chat interno: “Es útil para comunicarnos y pedirnos papeles, pero él me borraba y eso me obligaba a tener que a ir a su despacho cuando ya tenía varios meses de embarazo y era más complicado. Luego me agregaba de nuevo a sus contactos”.
Finalmente, luego de severas críticas al trabajo llevado a cabo por la ex pareja de Panizzi, a la mujer le diagnosticaron 10 días de reposo absoluto por riesgo de parto prematuro, debido a que estaba atravesando una situación de grave stress.
Al borde del llanto, Arrigone continuó relatando los tratos a los que se vio sometida de parte del juez durante su gestión como relatora de la Sala Penal, y se sintió particularmente afectada cuando en declaraciones mediáticas, Panizzi puso en duda la utilidad de la Oficina de la Mujer. La testigo declaró: “Es un tema muy sensible y es muy difícil concientizar a la gente. A mí hoy me cuesta el doble lograr que me contesten los mails y que participen: porque pusieron en tela de juicio mi capacidad y esa política pública”.
dju
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