Un juez de Salta autorizó a un joven la supresión del prenombre Napoleón. El magistrado consideró que "el actor desde niño vivió acomplejado por su segundo nombre ya que siempre fue objeto de burlas de sus compañeros de la infancia, lo que le llevó a ocultarlo".
En los autos “P., César Napoleón por cambio de nombre”, el juez de las Personas y Familia 6, Daniel Juan Canavoso, ordenó la supresión del prenombre Napoleón del Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas. Además, autorizó adicionar el prenombre de Giovanni.
Según consta en la causa, el actor afirmó que “desde niño vivió acomplejado por su segundo nombre ya que siempre fue objeto de burlas de sus compañeros de la infancia, lo que le llevó a ocultarlo y desde entonces se lo conoce como César P”. Además, el hombre refirió que “no pudo realizar antes la solicitud por motivos económicos y que sus padres están completamente de acuerdo con ello”.
Después de analizar la jurisprudencia, el magistrado estableció que “de acuerdo con la prueba producida en el juicio, del informe social se desprende en el Sr. P. el sentimiento de vergüenza que le genera el nombre Napoleón, al punto de condicionarlo para comenzar la etapa de sus estudios a nivel secundario”.
“Hasta sus profesores se le reían y la profesional asistente social pone de resalto la perseverancia y cierta obstinación de concretar el anhelo de quitarse ese nombre y supedita la filiación de su hija con la cual no convive al resultado de este proceso. Los testigos que declararon en el proceso señalaron que nunca el actor quería decir su segundo nombre, a raíz de las burlas de sus amigos más allegados y que ocultaba su nombre completo”, explicó el fallo.
A continuación, el juez recordó que “Napoleón es un nombre de indudable connotación histórica, refiere a un estadista francés del siglo 18, famoso por sus batallas, que entre sus méritos más destacables en la actualidad puede señalarse el haber inspirado la codificación de nuestro Código Civil”. Y agregó: “Para los ciudadanos franceses puede significar un honor el llevar ese nombre. Pero para alguno de nosotros, no”.
Respecto al segundo nombre, el sentenciante manifestó que “César es de Santa Victoria Oeste, Dpto. del mismo nombre, de nuestra Provincia, con su propia idioscincracia, con la sencillez propia de la vida rural, de pastoreo y si bien sus padres habrían querido homenajear a su hijo con dicho nombre, trasladado a nuestro ámbito, no se descarta que el mismo pueda ser objeto de burlas y de discriminación”.
“Por eso nos referíamos a la identidad en su faz estática y dinámica y no debe analizarse esta acción desde nuestras propias creencias sino desde la perspectiva de quien lo vive día a día, de sus padecimientos, de su vergüenza. De allí que entiendo que, no obstante la estrictez con que deben interpretarse los justos motivos, entiendo que en el caso que nos ocupa se encuentran suficientemente acreditados”.
Por otro lado, el juez analizó el pedido de adición de un nuevo nombre, el de Giovanni. “No resultando éste el caso, no veo objeción para proceder como se solicita, pues las personas pueden tener hasta tres nombres, y el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas no expresado ninguna disconformidad con el mismo”, concluyó el magistrado.