“Me ha llegado información que se han concedido antojadizamente indultos a gente involucrada en el narcotráfico y que en algunos casos los indultos se están comprando”, le explicó Ginzburg a Diariojudicial.com. El anónimo no precisó la cantidad de indultos que se habrían otorgado pero señaló que serían “muchos casos”, comentó la diputada.
“El indulto se da por razones de estado y se deberían publicar en el Boletín oficial”, apuntó Ginzburg. Se trata de una potestad que la Constitución Nacional le otorga al presidente para dar por cumplida o reducir una pena. En el artículo 99 de la Carta Magna donde figuran las atribuciones que tienen los presidentes, en su inciso cinco dice: “Puede indultar o conmutar las penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal, previo informe del tribunal correspondiente, excepto en los casos de acusación por la Cámara de Diputados”.
El pedido de la legisladora requiere información sobre la cantidad de personas que Kirchner indultó. En caso que así haya sido, los datos de cada y los expedientes judiciales, así como el estado procesal de cada causa y el delito que se le imputa. También el tiempo que estuvo detenido, el número del decreto que lo ordenó, las razones por el que se lo otorgó y una síntesis del informe que elaboró el tribunal a cargo del detenido antes de dictarse el perdón.
Para que el presidente responda, el pedido debe ser aprobado por la Cámara de Diputados. Ginzburg presentó su proyecto hace un mes, el 17 de julio, y todavía no fue tratado por la Comisión de Asuntos Constitucionales, a donde fue girado.
En los fundamentos de su pedido la diputada sostuvo que “una medida sea discrecional, no significa que sea antojadiza o carente de fundamentos serios, y, dado, que para disponerla no se requiere conformidad de ningún otro órgano, es necesario que tenga argumentos suficientemente válidos para otorgarle la debida justificación. Mucho menos que sea reservada, debiendo, por el contrario, la comunidad tener conocimiento de ella y, como se ha dicho precedentemente, de su razonabilidad”.
En la historia reciente del país, los indultos más recordados fueron los que el ex presidente Carlos Menem le otorgó al comienzo de su mandato a los jearcas de la última dictadura militar y a los líderes de las agrupaciones armadas peronistas que actuaron en la década del 70, como Mario Firmenich y Rodolfo Galimberti.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación falló el 13 de julio pasado que los indultos son inconstitucionales. Lo hizo sobre el decreto 1002 de 1989 que benefició al ex general Santiago Riveros al sostener que los crímenes de lesa humanidad no pueden ser perdonados. Otros genocidas indultados fueron Jorge Rafael Videla, Emilio Massera, Guillermo Suárez Mason y Leopoldo Galtieri.
Más recientes fueron los perdones que el ex presidente Eduardo Duhalde les concedió a Enrique Gorriarán Merlo y al ex líder carapintada Mohamed Alí Seineldín el 22 de mayo de 2003, tres días antes de entregarle el cargo a Néstor Kirchner.
Gorriarán había sido condenado por el copamiento al cuartel de La Tablada en enero de 1989 y Seineldín por el levantamiento militar de diciembre de 1990. Junto a ellos fueron indultados 8 militares rebeldes y 16 civiles del movimiento Todos por la Patria de Gorriarán. En total, Duhalde firmó 3 decretos: 1228, 1229 y 1230.
En México, donde estuvo de visita oficial a principios de agosto, Kirchner habló sobre los indultos, el pasado y el presente. “Querían convencernos que era posible vivir con impunidad, con indultos y obediencia debida y punto final. Terminando mi mandato puedo decir que ya no hay indultos, no hay obediencia debida ni punto final; hay memoria”, dijo el Presidente. Ginzburg quiere saber si eso es estrictamente cierto.