En esta nueva etapa, el Consejo estará integrado por: los jueces Luis María Cabral, Miguel Angel Gálvez y Luis María Bunge Campos, los abogados Santiago Montaña y Pablo Mosca, los diputados Diana Conti (Frente para la Victoria), Carlos Kunkel (Frente para la Victoria) y Federico Storani (UCR), los senadores María Laura Leguizamón (Frente para la Victoria) Nicolás Fernández (Frente para la Victoria) y Ernesto Sanz (UCR), la representante del Poder Ejecutivo, Marcela Losardo y el de los académicos Marcelo Candiotti.
El cuerpo fue reformado por la Ley 26.080 que entre las principales modificaciones redujo el número de miembros: de 20 pasó a 13. Todos los estamentos perdieron bancas: los abogados, dos, los jueces y académicos, uno, los representantes de las segundas minorías parlamentarias y el presidente de la Corte fueron eliminados. Los únicos que mantienen el número de miembros son la mayoría y la primera minoría del Congreso Nacional.
Este es el aspecto más criticado de la reforma porque le permitirá al oficialismo (que tendrá cinco representantes) poder vetar las decisiones que requieren dos tercios de los votos (9) como la selección y la acusación por mal desempeño de los jueces.
Además, el Consejo tendrá otras modificaciones. Las comisiones de Disciplina y de Acusación se unifican, no tendrá más el manejo del presupuesto del Poder Judicial, que pasa a la Corte, y se redistribuyen las composiciones de las comisiones. Por ejemplo, en la de Selección ya no estarán los abogados y en la de Disciplina y Acusación por primera vez habrá jueces. Por otra parte, habrá un plazo de tres años para investigar y resolver las denuncias contra los magistrados.
La asunción se produjo en una colmada Sala de Audiencias de la Corte, en el cuarto piso del Palacio de Tribunales. El presidente del máximo tribunal, Enrique Petracchi, les tomó juramento a los consejeros. Petracchi estuvo acompañado en el estrado por sus colegas de Corte, Carmen Argibay, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Ricardo Lorenzetti (no estuvo Carlos Fayt), el canciller, Jorge Taiana, el ministro de Justicia, Alberto Iribarne, el procurador de la Nación, Esteban Righi, y el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Balestrini.
“Se abre una nueva etapa en el funcionamiento del Consejo de la Magistratura en el objetivo de contribuir a mejorar la administración de Justicia y darle mayor eficacia”, opinó Iribarne a través de un comunicado y entendió que la nueva composición “corrige el error de haber minimizado la participación de los órganos resultantes de la elección popular, y plantea un equilibrio en el que se respeta la voluntad de la ciudadanía, como corresponde a un sistema republicano y democrático”.
Entre el público e invitados especiales se contaban integrantes de la Justicia, la mayoría de los consejeros salientes, funcionarios y asesores del Consejo y familiares de los nuevos integrantes.
Estaban el gobernador de San Juan, José Luis Gioja (Gálvez es juez federal de esa provincia), la defensora general, Stella Maris Martínez, el camarista y presidente de la Asociación de Magistrados, Miguel Angel Caminos, el procurador del Tesoro, Osvaldo Guglielmino, el presidente de la FACA y del CPACF, Carlos Andreucci y Jorge Rizzo respectivamente, el ex ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra y los jueces Raúl Madueño, Sergio Torres y Guillermo Montenegro, entre otros.
Los consejeros juraron uno por uno. Estaban todos menos Storani. El más aplaudido fue Cabral que tuvo hinchada propia. “Vamos presidente”, gritaron. La referencia es porque el flamante integrante del Consejo sería quien esté a la cabeza del cuerpo. Pero no todos están de acuerdo con eso.
El Consejo Directivo del Colegio Público de Abogados manifestó a través de un comunicado que no respaldará “que la presidencia del Consejo de la Magistratura, órgano controlador de la actividad judicial, sea otorgada a la representación estamentaria de la judicatura, en orden a que consideramos imprescindible el mantener la imparcialidad y la objetividad con que debe ser encarado el juzgamiento de la actividad judicial en todos sus aspectos, máxime cuando quien detente dicha presidencia contará con un doble voto” y le pidió al consejero en representación de los abogados de la Capital Federal, Montaña, que “no apoye con su voto a ningún representante del Poder Judicial” para presidir el organismo.
Los consejeros tendrán un mandato de cuatro años. Conti, Kunkel, Storani y Fernández integran el Consejo desde diciembre del 2005.
Entre los nuevos consejeros hubo sorpresas. A último momento el senador Miguel Angel Pichetto se bajó de ir por un tercer mandato. Fue con polémica incluida ya que su asunción fue impugnada porque la ley no lo habilitaba para hacerlo. En su lugar asumió Leguizamón.
Otro batacazo lo dio la UCR. El jefe del bloque del Senado, Ernesto Sanz, reemplaza en el Consejo a su compañero de bancada Norberto Massoni, quien asumió en el cuerpo en diciembre pasado. “El senador Massoni está pasando por un proceso de recuperación de su salud después de una operación y nos pareció oportuno hacer un enroque de obligaciones. Massoni va a formar parte de la nueva comisión bicameral que reglamenta los decretos de necesidad y urgencia que hasta este momento ocupaba yo”, explicó Sanz.
Entre los temas que deberá abordar el Consejo próximamente se encuentra un pedido de juicio político contra el juez federal Claudio Bonadío y un proyecto para que el ingreso a la Justicia sea por concurso para todos los cargos, como ocurre con los jueces.