A la reunión comparecieron todas las partes con excepción de los imputados Omar Chaban, el empresario de la discoteca, y el comisario Miguel Ángel Belay, que se desempeñó en la seccional Séptima. También faltó el constituido en actor civil.
El Tribunal Oral en lo Criminal nº 24 le informó a los presentes que tanto la Corte Suprema como el Consejo de la Magistratura de la Nación, otorgaron recursos al servicio del tribunal que facilitarán la normal marcha del proceso judicial.
Se abrió en ese instante la posibilidad para que las partes recusen a los magistrados por temas de parcialidad. También se buscó acordar qué pruebas serán producidas en el proceso y cuáles serán incorporadas meramente por lectura.
Ante la inquietud de los abogados defensores respecto de la publicidad del proceso y de las audiencias, los camaristas decidieron postergar la resolución de esta cuestión para audiencias posteriores.
Los integrantes del tribunal, a fin de facilitar la tramitación del juicio, buscaron acordar con los querellantes la unificación de su representación. Sin embargo, estos quisieron mantener su situación actual, es decir varios grupos de querellantes.
Durante la audiencia, cada una de las partes mostraron su voluntad de que el proceso transcurra con la mayor celeridad posible, aun cuando la complejidad de los hechos discutidos y la gran cantidad de involucrados promete que el juicio durará mucho tiempo.
Entre los puntos que deberán resolver, los magistrados deberán analizar si las acciones que a cada sospechoso se le vayan imputando se corresponden con el tipo penal alegado al momento de elevación a juicio. También deberán determinar la responsabilidad que le compete a cada uno.
Todavía no se ha decidido lo referente a la seguridad y publicidad de las audiencias. Preocupa la existencia de un grupo de padres de las víctimas que por su dureza podría implicar algún peligro de incidente o temor entre los imputados.