Una mujer inició un proceso de alimentos ante el Juzgado de Paz Letrado de Daireaux solicitando una cuota alimentaria de $200.000 o lo que en más o en menos surja de la prueba y actualizable mediante el SMVM.
El magistrado que intervino terminó fijando la cuota en $343.647,79 para la niña de 4 años, actualizable conforme las variaciones del salario mínimo vital y móvil, y tomando como referencia el valor de la Canasta de Crianza para la franja etaria de niños de entre 4 y 5 años.
Sin embargo, la resolución no conformó a la actora que apeló el pronunciamiento que argumento que la canasta tomada como referencia solo fijaba los parámetros mínimos según la edad y que, por la capacidad económica del demandado, este podría afrontar una suma superior.
Fue en el expediente “L. E. c/ B. M. A. s/ Alimentos” que llegó a la Cámara de Apelación Civil y Comercial Trenque Lauquen, donde la accionante manifestó que había pruebas de sobra para elevar el monto de la cuota.
Incluso tomando de referencia ese parámetro a la fecha de la sentencia el mismo equivaldría a $159.208,74 para la edad de la niña, y $171.695.70 para la edad que estaba próxima a cumplir, por lo cual la cuota fijada excedía ampliamente el valor de la Canasta Básica Total.
Los camaristas Andrés Antonio Soto y Carlos Alberto Lettieri sin embargo, terminaron rechazando el recurso y confirmando el pronunciamiento, aunque con costas al alimentante pese a lo resuelto.
“Se trata de una cuota alimentaria debida por el padre a su hija menor de edad, que debe abastecer sus necesidades de manutención, educación, esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia, gastos por enfermedad y demás necesarios para adquirir una profesión u oficio, de acuerdo al art. 659 del código procesal, aplicable al caso; y ese contenido se replica casi con exactitud con el comprendido por la CBT, que marca el límite para no caer por debajo de la línea de pobreza”, detallaron los magistrados en el fallo
La situación “ante Afip, el nivel de vida y la existencia de automotores, no son suficientes para revertir el análisis efectuado” concluyeron los magistrados, aclarando que todo ello igualmente había sido valorado en la sentencia de grado que también contempló el escaso tiempo que la niña pasaba al mes con su padre.
Incluso tomando de referencia ese parámetro a la fecha de la sentencia el mismo equivaldría a $159.208,74 para la edad de la niña, y $171.695.70 para la edad que estaba próxima a cumplir, por lo cual la cuota fijada excedía ampliamente el valor de la Canasta Básica Total.
Consideraron también que si bien la actora alegaba que pagaba $200.000 de alquiler, $120.000 de luz y $80.000 de gas, no había documental que lo prueba y por otro lado no se trataba de gastos “que incumba únicamente a quien percibe los alimentos”.
La situación “ante Afip, el nivel de vida y la existencia de automotores, no son suficientes para revertir el análisis efectuado” concluyeron los magistrados, aclarando que todo ello igualmente había sido valorado en la sentencia de grado que también contempló el escaso tiempo que la niña pasaba al mes con su padre.