En el caso, Houghton amenazó de muerte vía Internet a Emily Moore publicando dicha amenaza en su perfil de Facebook.. Según trascendió, la victima era amenazada desde los 14 años por la ahora condenada.
El tribunal de Worcester, además de condenarla a tres meses en una institución penal, le prohibió el contacto con sus conocidos y la difusión de información propia en su perfil.
Emma-Jane Cross, de la organización ´antimobbing´ Beatbullying, comentó a los medios europeos que “es la primera condena por ´cibermobbing´ y se trata de un importante precedente”, a lo que agregó que el acoso vía Web podría resultar “más dañino que el típico ´mobbing´ en la escuela”.
Por su parte, Moore expreso su alivio por la condena. “Cuando leía sus comentarios (en Facebook) se me helaba la sangre” dijo.
Según diversos autores que definen el acoso a través de los medios que proporciona Internet, se puede hablar de cyberbullying o ciber-intimidación. El canadiense Bill Belsey, por ejemplo habla de que “cyberbullying implica utilizar información y comunicación tecnológica tal como e-mail, teléfono móvil, sitio Web personal, foros y mensaje de texto inmediato (msn), difamatorio, así como apoyar deliberadamente, y repetitivamente, el comportamiento hostil por parte de un individuo o grupo, con la finalidad de dañar a otro”.
Por su parte, Inda Klein (Argentina), especialista en niñez y nuevas tecnologías afirma que “la ciber-intimidación (Cyberbullying): proviene del entorno escolar o social del niño por parte de pares que a través de emails anónimos, mensajería instantánea (Messenger) o mensajes de texto por celulares, agreden o amenazan a sus victimas”.
En todo caso lo que queda claro, es que el avance de la tecnología plantea nuevos desafíos al derecho.