"El tribunal no puede dejar de señalar los grandes reparos que le merece la actuación de altos funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional a la fecha de ocurrido el atentado que más allá de las declamaciones públicas no colaboraron de modo eficiente y a esa negligencia se sumó la desidia y falta de interés que algunos de los funcionarios exhibieron en conocer el estado de las investigaciones mientras que otros durante la instrucción apoyaron el irregular proceder del juez Galeano esto último, el caso de Hugo Anzorreguy y Carlos Corach", precisaron los jueces Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo.
En esta línea los jueces enumeraron las "claras evidencias del rol desplegado" por Corach "en la ilegal negociación tendiente a lograr que Telleldín a cambio de dinero prestara declaración en la causa" y aludieron al episodio que tuvo su origen el 5 de julio de 1996 cuando Telleldín acusó ante el juez a los policías bonaerenses liderados por el ex comisario Juan José Ribelli de haber participado del atentado.
Para los jueces a partir de este momento el expediente, tomó "un curso tan intrincado como desconcertante" que culminó con la formación de la "causa Brigadas", es decir la inclusión de la pista policial en el expediente y arribaron a la conclusión tras tres años de proceso oral de que con respecto a los policías hubo por parte del juez una "oscura maniobra" y un "manejo arbitrario de imputaciones que se vislumbró en primer lugar en la atribución sin el mínimo respaldo probatorio de diferentes hechos ilícitos incluso del atentado".
En el caso, del reducidor de autos -quien fue acusado de haber entregado a los policías la camioneta que detonó la sede de la AMIA el 18 de julio de 1994- los jueces destacaron que si bien está probado que pasó por sus manos ese vehículo no se le puede reprochar esto puesto que desconocía el destino que se le daría a la misma.
Pero además de criticar al juez por el armado de la pista policial a través de la declaración pagada a Telleldín, los camaristas cuestionaron el rol de Galeano por lo que denominan "una práctica clandestina" durante la instrucción".