Ante el Juzgado de Familia N° 5 de La Matanza, se tramitó un proceso de abrigo sobre una niña menor de edad, que posteriormente derivó en un trámite de revinculación con su hermano mayor de edad.
Este proceso de vinculación fue seguido de cerca por parte del equipo técnico auxiliar que concluyó a través de un informe que los resultados eran favorables, porque tanto la joven como su hermano se habían adaptado bien y demostraban un deseo genuino de pasar más tiempo juntos y que la niña se incorpore al grupo familiar de su hermano.
De esta manera, se dio apertura a une proceso de guarda entre parientes caratulado “F.A. s/ Guarda a pariente”, donde la jueza Maite Herrán decidió otorgar por un plazo de 6 meses la guarda de la menor a su hermano y pareja, autorizando que la niña salga del hogar donde residía.
En la misma resolución la magistrada dispuso la prohibición de contacto de la niña con su progenitora.
Entre los considerandos, la jueza Herrán resalta que la revinculación sobrevino al dictado del estado de abandono y adoptabilidad de la joven, ya que anteriormente no se contaba con los datos del hermano para que pueda responsabilizarse de ella antes.
Así, analizó el caso bajo el prisma del Interés superior de la niña en el supuesto concreto, y la ley 13.298 que “prioriza la adopción de medidas de protección tendientes al fortalecimiento y revinculación del niño/a con su núcleo familiar” y, dado que ese vínculo resultaba favorable, correspondía “la restitución de derechos de la joven con su familia de origen”.
La magistrada optó por incorporar a su resolución párrafos de lenguaje claro y legal design para con la niña y procedió a incorporar en la sentencia una carta dirigida a la menor, acompañada de un dibujo.
En la misma, explicó en pocas palabras la decisión para que fuera entendida por la niña e incorporó el dibujo de un unicornio azul, que se constituye como la “mascota digital” del juzgado y tiene una historia propia sobre su origen y finalidad.
Diario Judicial conversó con la jueza Herrán al respecto, y ante la consulta acerca de que consistía el concepto de “mascota digital” y cómo surgió. En ese punto, la magistrada explicó que, con la ayuda de Cecilia Ferrari, una profesional dedicada al “Legal Design”, llegaron a la idea de usar una “mascota digital de las notificaciones”, para que la comunicación a los niños involucrados en procesos judiciales sea mas amigable y en lenguaje claro.
“El unicornio nace porque N. una niña que su adopción tramitó en este juzgado y se encuentra muy feliz en su nueva familia pasó a visitarme y me dejó de regalo un pequeño pony celeste que ella “ya no usaba porque no estaba más triste” (en razón de contar con una familia) y “para los chicos que vinieran al juzgado”, precisó Herrán.
Querían que fuera un dibujo real, no algo perfecto, super diseñado por computadora, sino algo que tuviera la impronta real y humana”, por eso valoraban que “fuera diseñado por un chico y dirigido a otros chicos”
Así fue que ese peluche se tomó como idea para crear la mascota digital y ahí fue cuando Ferrari trabajó junto a su hijo en una propuesta.
A su turno, Ferrari le comentó a este medio que, en su tarea de colaboración con el tribunal, decidió plantearle a su hijo de 12 años (con talento para el arte) si podía diseñar un dibujo que sirva de mascota digital, basado en el juguete antes mencionado.
Así fue que el niño elaboró dos propuestas, que, tras una votación interna del personal del tribunal, se terminó optando por el modelo que ahora utilizan, y que según la magistrada suelen “mandar por whatsapp”, con “muy buena recepción”, bautizado como “unicornio de las sonrisas”.
Al respecto, la jueza Herrán apuntó que “querían que fuera un dibujo real, no algo perfecto, super diseñado por computadora, sino algo que tuviera la impronta real y humana”, por eso valoraban que “fuera diseñado por un chico y dirigido a otros chicos”, lo que también se comenta en la carta del tribunal en el caso de adopción.