Australia aprobó una nueva ley que prohíbe a menores de 16 años el uso de las redes sociales. Se espera que entre en vigencia en noviembre del año próximo.
La iniciativa modifica la “enmienda sobre seguridad en línea” agregando el requerimiento de edad mínima para el uso de este tipo de plataformas, entendidas como aquellos servicios electrónicos que cumplen ciertas condiciones, como el único propósito de habilitar la interacción social entre 2 o más usuarios finales o los servicios que permiten a los usuarios postear material en línea, sin incluir a las interacciones de negocios.
La normativa exige a las redes que tomen los pasos razonables para prevenir que los niños que no hayan alcanzado la edad mínima tengan acceso a una cuenta, también se incluyen artículos referidos a la protección de la privacidad en relación a la información recolectada por las plataformas.
En caso de incumplimiento, las sanciones incluyen multas por hasta 49.5 millones de dólares australianos (en pesos argentinos, serían aproximadamente $32.493.875.396,82).
Por su parte, desde la empresa Meta (Facebook – Instagram – Whatsapp) emitieron un comunicado donde entre otras cosas se mostraron preocupados por la redacción de la norma, “Nos preocupa que el gobierno esté apresurando esta legislación sin realizar las consultas adecuadas y sin contar con pruebas, y todavía hay muchas incógnitas con respecto a su aplicación. La legislación, tal y como está redactada, parece no estar en consonancia con la investigación disponible y las opiniones de los expertos, incluidos los del Gobierno, el mundo académico, la industria, las organizaciones de salud mental y los padres y jóvenes australianos.”
“El enfoque del Gobierno probablemente requerirá que cada proveedor de aplicaciones recopile datos biométricos o de identificación personal de todos los australianos para evitar que los menores de 16 años accedan a sus servicios, un proceso ineficaz y oneroso para todos.”
Además, insistieron en que “el enfoque del Gobierno probablemente requerirá que cada proveedor de aplicaciones recopile datos biométricos o de identificación personal de todos los australianos para evitar que los menores de 16 años accedan a sus servicios, un proceso ineficaz y oneroso para todos.”
La enmienda viene siendo revisada por el gobierno australiano que recientemente había publicado un documento por parte del Departamento del Primer Ministro y del Gabinete, en el cual se realizó un informe sobre el tema, alertando algunos de los riesgos del uso de redes.
Por ejemplo, el contacto por parte de extraños, el envío de contenido inapropiado o no querido, la exclusión de grupos o eventos sociales, el daño a la reputación, las amenazas o abusos o el mal uso de la información o fotografías de un usuario en una forma negativa.
Las criticas al proyecto también se hicieron notar, ya que desde varios sectores se alertó de la amenaza que supone contra la libertad de expresión, la posibilidad de reforzar el aislamiento de los jóvenes de sus pares, las amenazas contra la privacidad al requerir la necesidad de verificar la identidad de la población para verificar su edad para acceder al servicio, e inclusive por la poca efectividad que tendrá la prohibición, ante el uso de VPN para eludir una restricción, como ocurrió en Brasil cuando el máximo tribunal prohibió el uso de la red X.
La prohibición sin embargo no abarcaría a todos los servicios, dejándose a fuera a aquellos vinculados a la salud, la educación o los negocios, como Headspace, Youtube o Google Classroom.
El tema viene debatido a nivel global, tal es así que en EEUU se han presentado varias demandas colectivas contra algunas redes sociales por el supuesto daño que producen los algoritmos a la salud mental de los jóvenes e inclusive en prohibiciones similares en algunos estados, se terminó judicializando por los derechos que limita.
Las criticas al proyecto también se hicieron notar, ya que desde varios sectores se alertó de la amenaza que supone contra la libertad de expresión, la posibilidad de reforzar el aislamiento de los jóvenes de sus pares, las amenazas contra la privacidad al requerir la necesidad de verificar la identidad de la población para verificar su edad para acceder al servicio, e inclusive por la poca efectividad que tendrá la prohibición, ante el uso de VPN para eludir una restricción, como ocurrió en Brasil cuando el máximo tribunal prohibió el uso de la red X.
Algunos de estos planteos fueron analizados por la Comisión de Derechos Humanos de Australia, que emitió un posteo en el cual plantea “serias reservas” para con el proyecto, y da a conocer alternativas posibles para afrontar el problema.