El progenitor de una adolescente pidió el cese de la cuota alimentaria, alegando que como el cuidado personal pasó a ser compartido e indistinto con residencia principal en su domicilio, la cuota pactara devino en improcedente, dando lugar a un enriquecimiento sin causa de la progenitora que cobraría de forma indebida.
Al mismo tiempo, como los alimentos son irrepetibles, solicitó que se dicte una medida cautelar para ordenar la indisponibilidad de la cuenta judicial donde se depositaban los descuentos que se hacían de su sueldo mientras dure el proceso para que posteriormente pueda pedir la restitución de los mismos.
Según expresó si no se admitía la medida se le causaría un perjuicio irreparable dado que no podría recuperar el dinero abonado.
El caso se caratuló “S. A. F. c/ H. V. I. s/ Incidente de Alimentos” y obtuvo una resolución favorable por parte del Juzgado de Paz Letrado de Adolfo Alsina respecto de la medida cautelar, decisión que terminó apelada por la progenitora.
Los camaristas advirtieron que no se trataba de una cautelar común, sino de una medida anticipatoria o de tutela material cuyo recaudos se agravaban… siguiendo esos lineamientos no estaba cumplimentada la verosimilitud del derecho, en tanto la progenitora recurrió la medida expresando que la adolescente residía en la escuela y luego pasaba el resto del tiempo mitad con cada uno de sus progenitores, negando que el progenitor solvente sus gastos.
Así las cosas, el proceso llegó a la Cámara de Apelación Civil y Comercial Trenque Lauquen, donde los camaristas advirtieron que no se trataba de una cautelar común, sino de una medida anticipatoria o de tutela material cuyo recaudos se agravaban.
“La verosimilitud del derecho invocado debería ser mayor, al punto de constituir fuerte probabilidad” y “se requiere la demostración del daño irreparable que pudiera surgir de la dilación de su despacho previo”, reseñaron los jueces.
Entonces, para los magistrados Andrés Antonio Soto y Carlos Alberto Lettieri, siguiendo esos lineamientos no estaba cumplimentada la verosimilitud del derecho, en tanto la progenitora recurrió la medida expresando que la adolescente residía en la escuela y luego pasaba el resto del tiempo mitad con cada uno de sus progenitores, negando que el progenitor solvente sus gastos.
Sumado a ello, el solo hecho de que haya cambiado el cuidado personal no implicaba necesariamente el cese de la cuota, cuando “el principio general en que reposa la norma es que el hijo gose de un nivel de vida similar en ambos hogares”.
Por lo tanto, admitieron el recurso y dispusieron el levantamiento de la medida cautelar trabada, con costas al vencido.